Con el transcurso del tiempo, y afortunadamente, observamos que cada vez más son las instituciones públicas y privadas que ubican un desfibrilador externo semiautomático en sus instalaciones. Las noticias que aparecen de forma más continuada en los medios de comunicación, nos demuestran que estos equipos salvan vidas.
Sin embargo, para que pueda aportar esta funcionalidad de valor incalculable es necesario que esté operativo cuando se requiera.
Sería lamentable que cuando accediéramos a un desfibrilador externo semiautomático nos diéramos cuenta que los electrodos están caducos, no disponga del material sanitario necesario para la actuación (tijera corta ropa, rasuradora y mascarilla para reanimación cardiopulmonar básica con válvula anti retorno) y/o la batería del desfibrilador está agotada.
Para el mantenimiento de un desfibrilador es básico llevar una vigilancia preventiva de las fechas de caducidades de los electrodos, así como de la batería.
De igual modo, es muy recomendable realizar revisiones presenciales periódicas para comprobar:
Son muchas las instituciones públicas y privadas que son conscientes de la importancia de asegurarse el correcto estado de sus desfibriladores externos semiautomático y por ello nos encomiendan su mantenimiento y vigilancia preventiva. Entre ellos se encuentran al área de Deportes de los Ayuntamientos de Granada, al Centro Comercial del Rincón De La Victoria (Málaga), al Real Club Mediterráneo de Málaga y la Federación Granadina de Fútbol, ente otros muchos.